martes, 24 de febrero de 2009

Lo Mejor del Periodismo Colombiano

El “pibe” un humano más

Por: Jhon Jairo Mueses

Carlos el “PIBE” Valderrama nació hace 48 años en Santa Marta. Fue un jugador que milito en diferentes equipos del balompié colombiano y del exterior. Participó en tres mundiales como capitán de la selección Colombia. Y fue declarado dos veces el mejor jugador de América.

Un futbolista que aparte de deleitar con su “exquisito” futbol, se caracterizaba por llevar la camiseta por afuera de la pantaloneta, las pulseras y los collares de la Sierra y los desordenados rizos de oro que caían sobre sus hombros. Un hombre ovacionado, que recibió muchos aplausos pero, ¿de pocas palabras?

Por ello hace algunos años el “PIBE” tuvo su merecido reconocimiento, en gratitud del pueblo colombiano hacia ese gran mediocampista que tantos triunfos de le dio a este país. Por eso Carlos el “PIBE” Valderrama es y será recordado como el mejor o uno de los principales futbolistas de Colombia, por los siglos de los siglos, ¿amén?

Pues, amén o que así sea no. Puesto que hay que también tener presente en la vida de este personaje, el fracaso en el Mundial de EE.UU., de 1994. Un momento en el que después de aquel fiasco, pasó de ídolo y orgullo de un país a símbolo del estancamiento y de la decadencia del fútbol colombiano.
Que fue o es un hombre de pocas palabras, “lo puede decir el árbitro colombiano Oscar Julián Ruiz”. Ya que, en un encuentro entre el Junior y el América de Cali el “PIBE” siendo el mánager del equipo de Barranquilla, le dijo a Óscar Julián Ruiz una serie de improperios, entre ellas que era una rata y que no estaba arrepentido de nada de aquel incidente. Todo por la sanción de un penalti, que para muchos entendidos en al materia si fue pitado correctamente. A lo que el árbitro colombiano sólo respondió diciendo "Los seres humanos nos equivocamos. Para mí, con todo lo que me dijo, seguirá siendo el mejor jugador colombiano de toda la historia. Lo perdono porque sé que se equivocó”.

Con lo anterior no se busca empañar el valor y significado que tiene éste gran símbolo colombiano, pero si tener presente que la vida de cada ser humano está llena de aciertos y desaciertos. Que el ser un ejemplo, estrella o tener una amplia experiencia de vida, futbolística o laboral, se pierde al sumergirse en un determinado momento de existencia en una bola de cristal… En la que la experiencia y todo lo antes mencionado se fuga o se evapora para encontrar en si mismo la esencia irregular del ser humano.

Por tanto, lo antes expresado no cambia el pasado de Carlos el “PIBE” Valderrama, pero sí el futuro de muchos o pocos al conocer y tener un mejor conocimiento humano frente a quien se idolatra.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Lo Mejor del Periodismo Colombiano

Mirar claro para des-cribir lo justo

En su mayoría, describir es, delinear, dibujar, figurar algo.
Representándolo de modo que dé idea cabal de ello. En otras palabras es representar a alguien o algo por medio del lenguaje, refiriendo o explicando sus distintas partes, cualidades o circunstancias.
“Un ortoedro tiene seis caras rectangulares, sólo son visibles tres de ellas: la cara lateral frontal, la cara lateral derecha y la base superior”.
Para otros, éste terminó es proyectar de una manera física - externa y bien detallada en la mente del lector o escucha, lo que no se puede mirar, palpar, oler… a través de las palabras que crean esas sensaciones. “… mientras tanto, una sabia blanca y pegajosa comenzaba a gotear entre las ramas fracturadas del caucho”.
Con base en lo anterior, con cada palabra emitida o editada se le da vida o se logra resucitar lo acaecido. Para que lo leído – escuchado se aproxime, llegue o finalice, en el sentir de la persona.
“… vimos al gigante (árbol) girar sobre su tronco, sacudirse como muñeco de retrovisor con vientos que arrastraban sombrillas y pedazos de cosas, y tras un ruido de madera rasgada venirse abajo…”
Unos tantos manifiestan que la descripción es o nace desde el punto de vista privado, según el conocimiento laboral, personal o espiritual. “… En cuestión de minutos aquel lugar estaba tan rodeado como cualquiera de los hombres que se desploman en las calles de Medallo”. Ésta es una breve descripción que se compara con la realidad o vivencia en la cual el narrador se halla o experimento.
Otro poco, dice que para describir se necesita mirar detenidamente, con todo el tiempo a su disposición, es decir, sin afanes. Aquel que describe no ve, porque ver es percibir superficialmente.
Es observar lo que todos ven.
Por lo tanto quien describe mira, ya que reconoce, destaca, analiza y encuentra los signos o evidencias de lo presenciado.
“chorros de agua caían en diagonal, granizo traqueaba sobre los carros, y los techos de las casetas de los emboladores se arqueaban”.
Algunos expertos en la materia, señalan que éste arte o trabajo no se anda con términos, palabras o vocablos técnicos – rebuscados.
Es más bien edificar una descripción con un lenguaje sencillo - natural, obviamente sin caer en lo grotesco o vulgar.
“si se dice que el paralelepípedo es una figura geométrica, para hacerlo más comprensible se diría que dicho paralelepípedo, es igual a decir rectángulo".
Y lo que muchos logran expresar es que lo que es descripción con el tiempo se podrá olvidar, pero aquello de cómo los hizo sentir cuando leyeron o escucharon describir con magia y realidad,
no se podrá olvidar.
Por: Jhon Mueses

jueves, 5 de febrero de 2009

Lo Mejor Del Periodismo Colombiano

Tarjeta roja a la autoridad
Por: Jhon Mueses

Se dice que el árbitro es la persona que en las competiciones deportivas cuida de la aplicación del reglamento. Pues es la autoridad que impone la fuerza a las “buenas o las malas” Como es el caso del árbitro colombiano Guillermo Velásquez conocido como el “Chato” que sobresale físicamente por sus gruesos nudillos, pues antes de ser juez fue boxeador. Un hombre que desde su adolescencia actuaba como corregidor o como juez cuando sus padres, hermanos, amigos… discutían o chocaban, era el “Chato”, el que decidía quien tenia la razón, logrando de esta manera la reconciliación y mostrando ya su sentido de justicia.
Características o virtudes que lo condujeron al Futbol Profesional a mostrarse hasta 1982, como un árbitro estricto que no permitía repetir los golpes, lanzar escupitajos como signo de agresión y mentar la madre como desahogo y honesto y razonable, al reconocer que cuando se equivocó de verdad no se hizo el equivocado.
El juez colombiano que estuvo en la Copa Libertadores de América en los años 1968 - 1982, que pitó en cuatro Juegos Olímpicos y fue juez de línea en el partido del mundial del 70 entre Italia y Alemania.
En resumen esa es la vida de éste juez que en cinco ocasiones aplicó el reglamento a punta de golpes. Pues no podía controlar su temperamento y reaccionaba hostilmente a los reclamos fuertes y peor aún si lo tocaban en vez de expulsar o retirar, aquél señor de negro respondía de igual o peor manera.
Por lo que las patadas, los puños que Guillermo Velásquez exponía junto con los jugadores sólo conducían a dividir y a rebajar el concepto de lo que es el futbol.
Visto de esta manera el comportamiento del árbitro Guillermo Velásquez antes y por su puesto en estos días, fuese él causante de los conflictos entre los hinchas o las barras bravas en las graderías.
Puesto que el protagonismo vandálico de mencionado personaje enseña el mal ejemplo a los jugadores, a los espectadores entre ellos los niños que aparte de pagar una boleta (pues la entrada debería ser gratis para generar esa cultura futbolera – deportiva – competitiva no aquella de andarse agrediendo en el campo de juego y en las tribunas) tienen que aprender en una cancha de futbol algo que no tiene que ver con este deporte
De hecho el proyecto de ley que coloca mayor control a las barras bravas impulsado por el senador Andrés Gonzales Días llamado “Ley de seguridad en eventos deportivos” habla de que se expulsara a aquellas personas que causen desorden en los escenarios y no será permitida su entrada durante 5 años
Y mucho más para tener en cuenta cuando dice “A los dirigentes y deportistas que participen en actos de violencia también les serán aplicadas multas entre 20 a 40 salarios mínimos legales mensuales vigentes”
Así, que para impartir orden y justicia se necesita moral y buen ejemplo, por eso, antes de manejar un pito y un reglamento se necesita conocer, manejar y controlar tu mente y tu cuerpo para lograr hacer un justo y equitativo deporte.